Esta novela psicológica nos relata las atormentadas pasiones de un pintor, Juan Pablo Castel, al conocer a María Iribarne.
El drama se centra en la auto – persecución sicótica ejercida por el pintor, como resultado de su búsqueda de inserción en la sociedad. Este deseo de ser igual a los demás, enmascarado por su ferviente odio a lo humano, decanta en la obsesión hacia una mujer que se detiene ante una imagen especial de uno de sus cuadros. Se supone que esta imagen no ha tenido significado para nadie, salvo para el pintor y la mujer que lo presencia. Ella es María Iribarne, sin duda una dama con atisbos de misterio consciente. De a poco se va tejiendo una relación entre ambos (y es en este punto en donde comienza la disyuntiva de saber si es cierto lo que ocurre o sólo está en la creación subconsciente del pintor, esta confusión se fundamenta en su narración en primera persona). Esta relación aduce cierta presión psicológica en Juan Pablo, y cierta permisividad de invasión en María. Se presentan ante Juan Pablo dos personajes del mundo de María, su esposo Allende y el primo de éste Hunter.
El primero de ellos, es un hombre ya maduro, ciego (¿símbolo omnipresente del autor?) Y ajeno a las relaciones y problemáticas de su mujer.
El segundo, Hunter, es un hombre normal y presunto amante de María. Ante esta presunción, Juan Pablo, los sorprende lejanamente en un affaire también lejano, lo que conduce al hecho de sangre que marcará la vida del pintor. Juan Pablo asesina a María, y se sumerge en su propio túnel.
El autor no esconde nada, no es truculento. Desde el inicio nos acerca al final: «Soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne», por lo tanto el atractivo de la novela no radica en el desenlace del nudo, sino más bien en el traslado del personaje hacia su efecto. Las causas son primordiales, como también los cambios de temperamento.
Nuestro túnel
El atractivo de la puesta en escena es la transformación de este «monólogo» en una rica fuente dramática. Se han conservado los motivos obligados de Sábato: el cuento en primera persona, la narración cinematográfica de los momentos y lugares y la riqueza sicológica e inteligente de las palabras.
Se ha enriquecido teatralmente con una puesta dinámica y visualmente bella, con música incidental ejecutada en vivo lo que enriquece la sonoridad y el concepto ambivalente de la nostalgia conceptuada entre personaje – espectador, se han puesto objetos en escena que confunden la primera impresión del espectador (todo está puesto como en un cuadro, y esta pintura va tomando vida al transcurrir del momento – escena, parte por parte… como en la novela)
El estilo de actuación realista (con atisbos surrealistas) acentúa la significancia del texto y su entorno, por la facultad de imaginería onírica.
La dirección está centrada en no abandonar a Sábato, sino en revalorarlo, a través de cada elemento, de cada palabra y de cada tango que se escucha, los que uno tras otro nos dan una suerte de coro griego, en el que la pasión no se intelectualiza, sólo se siente.
ELENCO
Erick Flores
Francisca Méndez
Cristian Aguüero
Francisco Rojas
Daniel Ramíirez
ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN
Marcelo Bailey
DIRIGIDA
De 5to año básico a cuarto año medio.